jueves, 20 de septiembre de 2007

e-mploushon

Sentada en una cabina con mis demonios. Alucinación de superación. Darse cuenta de que todo es circular. Catchascán con los sentimientos. Inspiración que lucha contra la enredadera caníbal.

Soledad.

Pánico de hacer llamadas. Contemplar el celular, embriagada con mi idiocia, en comportamiento adolescente. No hago honor a los tres pomos de Pond's que ya he comprado. Merece un castigo, un castigo en self-service.

Patetismo.

Pánico de todo.

Get a fuckin' life.

Get a kiss.

Estercolero.

Ganas de hacer el amor.

Desencuentros con Manuelita.

Desencuentros con su trabuco.

Shots.

Harta de lo provincial.

Pero qué le voy a hacer.

"La envidia es la cicuta que el mediocre quiere que todos prueben como si se tratase de una cata de pisco de Johnny Schuller". Frase válida, pero extraida de una versión un tanto cáustica de las pastillitas de Belmont. Unas pepitas del hermanón, para un subidón de moral, pero con el retrueque de ironía que sirva para hacer la finta, para disfrazar el yo-penso-positivo que equilibra el cataclismo que vivo dentro, del cual no puedo prescindir, pero que no puedo exhibir abiertamente porque me quita estilo.

Vafanculo, tonta, le digo a la chica que veo ahi, en ese espejo. No se va a ofender: está congelada.

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