Esa gotita que caía por mi mejilla el viernes pasado fue por las huevas, cuando me la crucé en alguna calle y me di cuenta, once again, de que tiene la nariz muy grande y cara de antipática (aunque sobre esto último: para mí no lo es, y la defiendo siempre frente a diversas amistades que sostienen lo contrario). Y de que no da para tanto este culantro, que yace en mi corazón.
Aparte de estar consciente de no gustarle.
(historia de tutta la vita)
Pero la veo cada tres meses y en el interín y mientras chateamos, la ilusión va creciendo, hasta caer cuando la veo, aunque a veces la veo guapa y uf, remonta la cosa.
Es circular la huevada.
I never
never know.
lunes, 28 de mayo de 2007
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