De nuevo frente a un teclado terapéutico. De nuevo frente a la pantalla despiadada que me hace arder los ojos. Ahora ando en casilla, bueno, casi, pero siempre fuera de mis casillas, como siempre.
Sólo puedo decir que estoy un poco apocada. Que me da miedo decir y me da miedo callar. Que me callo y me callo, y me desespero.
Hola a todos.
Soy la de siempre, pero ahora, luego de un receso de 2 años, he vuelto a ser una funcionaria en funciones. He regresado a los tacos, el sastre, pero ahora camino sobre calles pedregosas y polvorientas. Todo sea por progresar, además, la chamba in itself ta' bonita.
El reencuentro ha sido duro. El aterrizaje aterrador. Del (dizque) primer mundo a Perú-Provincias hay un gap impresionante, pero no quiero hablar en términos de "superior"-"inferior", pero sí de cuestiones que para mí son conquistas como MI vida y MI privacidad. Aunque, confesemos, tambien se me hace insoportable el ruido de las mototaxis y Daddy Yankee en equipos estereofónicos, los ojos clavados en una porque una "no es de aqui" y las preguntas interminables e invasivas, los buses-camión de cada fin de semana, y el inconfundible olor a cuy frito con aceite cil de las diversas fondas de la ciudad (aunque se come demasiado bien, el ver un cuy chactado y muy bien aderezado en el plato de mi jefe me ha hecho adelantar mi decisión de suprimir mi consumo de carne -prevista para mis 35 años).
Impactante.
(eso sí: no existen las combis, satánico invento).
Pero de todo se aprende. Nunca he tenido una experiencia similar in my entire life.
Este blog es caleta, ¿ya?.
No links.
Pero va a estar bacán. Se los prometo.
lunes, 28 de mayo de 2007
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